DOLOR
Es el dolor de toda mujer ante la impotencia
por los millones de niñas víctimas de la ablación.
Donde las líneas se difuminan
y el horizonte desaparece
en el resplandor de un cielo-mar,
allí surgen del desierto,
y en la ignorancia
mueren estando vivas
y viven sin existir.Oí sus cantos desencajados,
lamentos y súplicas
y no quise que taladraran mis tímpanos
los gritos de las que no tienen voz.Es tan tenue la frontera del dolor,
como esas notas difusas
que anegan la magistral sinfonía,
inconcreto divertimento
que el avaro compositor
se ufana en titular vida.Sangran en sus almas
las heridas del cuerpo;
adolescentes que no sueñan,
viejas de ilusiones,
por siempre negadas al placer.¿No las escuchas gemir
más allá de la frontera
de este mar de esperanzas?
Ocultan entre tules
la vejación de ser mujeres.No es de dolor ese aullido
celebrado en sórdido festín,
es la impotencia de no saber
que en alguna parte
existe la dignidad.
Graciela Vera
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