SIN TEMOR
El néctar impregnó mi paladar,
cual fruta de exótico sabor
absorbí la savia de tu ser,
golosa en alas del placer.
Sentí tus manos
acariciando mi espalda,
buscando mis escondrijos
cuando en fuente te volcaste.
Metamorfosis que me lleva,
en tus brazos, a ser Afrodita,
explorando el placer en la magnitud,
de incontenible torrente del amor.
No temo a inquisidores,
Eros bendice nuestra pasión,
no hay falsos tabúes ni patrañas
que tergiversen los momentos.
Músculo y sangre unidos
repitiendo el canto,
rogando de Hestia su protección
para juntos, nunca perdernos.
Graciela Vera
Ilustración: escultura 'los amantes' de Rodhin
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