LA VIDA
Como un caballo desbocado
cruza la vida campos de nadas,
aferrándose a jirones de algo
que atenazan dolores de muchos.
Jinetes inexperimentes
sacudidos al vaivén de constricciones,
por penitencia: vivir.Alegre tálamo nupcial,
a horcajadas del dolor
dichosa llega la doncella;
consumación imperfecta,
la posee quien sueña otros rostros
continuando la bochornosa cabalgata.Embustes que no son
sino verdades a medias,
realidades que no importan
en el carrusel de la vida,
jinetes sin cabezas, que no piensan,
no ven, no dicen,
jinetes con cuerpos marchitos,
que sienten, sufren, gimen
en el silencio lúgubre, que ahoga
la ilusión de encontrar
algún día vida,
sin que resulte
otro chasco, la vida.Graciela Vera
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