ABUELITO
Tengo ganas mi querido Ruperto,
por escuchar tu palabra tan suave,
tan dulce y tan buena como el jarabe
que de la tos es remedio encubierto.Quisiera poder llamarte abuelito,
y que presta, tu voz me respondiera,
y que la fantasía a mi viniera,
con esa urgencia que yo la necesito.Lástima no conocerte de herrero,
más yo te disfruté con caña y anzuelo,
en lejanas tardes nunca olvidadas.Tu nieta en tus hombros de gran guerrero
paseas por las calles de Carmelo,
¡milagroso regalo de mis hadas!
Graciela Vera
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