CANTO AL AMOR
Afrodita nos cobijó en sus brazos,
en nubes de tul arropó nuestras ilusiones.
Nos lleva al éxtasis, día a día,
placer supremo.
Nos arrullan Las Gracias, satisfechas,
al elevarnos al culmen del deseo compartido.
¡Desdichado quién no conocerá jamás
el arrebato desmedido!,
muy atrás los temores,
paroxismo de pasiones enhebrando quimeras,
dejando en cada suspiro gorjeos de ruiseñores.
Palabras siempre repetidas en quedo arrullo,
en nuestro mundo solo estamos, tú y yo.
Graciela Vera
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